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sin sucesor para la empresa familiar

El síndrome de la silla vacía: Cuando no hay sucesor

sin sucesor para la empresa familiar

Existen muchos casos de familias empresarias que se encuentran sin sucesor para la empresa familiar. Son negocios familiares que, aunque tenían el deseo de que la siguiente generación tomase las riendas del negocio, finalmente no será posible lograr el relevo generacional.

A veces a este hecho se le conoce como ‘síndrome de la silla vacía’, porque no hay nadie que pueda reemplazar al líder, quien al irse deja un vacío enorme en la empresa familiar. Este síndrome también se emplea en otras situaciones, cuando, por ejemplo, en las cenas de navidad, se echa de menos a alguien que ya no está.

En la empresa familiar, la metáfora de la silla vacía representa el fundador o fundadora, que es irremplazable. Su figura fue imprescindible para crear y convertir la empresa familiar en lo que hoy es. Así pues, decir que la “silla” se ha quedado vacía implica que no ha sido posible encontrar a otro líder que lo sustituya. La empresa familiar se ha quedado huérfana de liderazgo y se echa de menos en la “mesa” de reuniones a la figura que ya no está.

Sin sucesor en la empresa familiar: Dos casos

No quieren

¿Esto por qué ocurre? ¿Por qué se queda vacía la silla? Por un lado, puede ser que la siguiente generación no quiera sentarse en esa silla y ocupar ese lugar. Algunos motivos que explican este rechazo son:

  • Porque tienen otras inquietudes profesionales u otras vocaciones alejadas del sector.
  • No quieren invertir en un negocio en un sector maduro y con mucha competencia.
  • No desean vivir en carne propia el sacrifico que han visto en sus padres o tíos.
  • Existen tensiones y desencuentros familiares que alejan a los jóvenes de la empresa familiar, entre otras.

Cuando los hijos y sobrinos no quieran continuar con la empresa familiar y por ello nos encontremos sin sucesor para la empresa familiar, poco podremos hacer. Evidentemente, el hecho de que no haya continuidad en la familia requerirá un proceso de duelo en la familia, se opte por la vía que se opte.

No les dejamos

En cambio, en otros casos, el hecho de verse sin sucesor para la empresa familiar es una percepción errónea. Esto ocurre cuando la familia cree que las habilidades, el espíritu emprendedor y las características personales del fundador son tan irremplazables que la siguiente generación nunca será capaz de llenar su sitio. A causa de esto, no acaba de confiar y delegar en ellos ni prepara el relevo generacional.

Para nosotros, es fundamental dejarles crecer y tomar el relevo. Tenemos que pensar que, por un lado, no se necesitan las mismas cualidades para fundar un negocio que para expandirlo y hacerlo crecer. Y, por otro, en caso de que sea necesario, casi siempre es posible suplir las carencias formativas o de experiencia de los miembros de la siguiente generación y prepararlos para sentarse en la “silla” en el futuro.

Sea como sea, tal y como comentábamos antes, es cierto que no siempre se puede llenar la silla vacía y que hay negocios que no tienen relevo. Entendemos que veros sin sucesor para la empresa familiar es una situación difícil y nos consta que el síndrome de la silla vacía es una preocupación cada vez más generalizada entre las familias empresarias. Nuestra recomendación aquí sería consultar vuestras alternativas con antelación a un asesor de familias empresarias para ver qué opciones tenéis como empresa y como familia.

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