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relación de padres e hijos

La relación padres-hijos, ¿una relación desigual?

relación de padres e hijos

La relación de padres e hijos no suele ser fácil y todavía menos en una empresa familiar. Dado que trabajan juntos (relación laboral) y son a la vez familia (relación emocional), afloran los sentimientos y se entra en el terreno de las interpretaciones. Y, además, la forma de ver y vivir la empresa familiar entre las dos generaciones acostumbra a ser muy diferente, cosa que dificulta todavía más el entendimiento.  Debido a estas particularidades de mezclar familia y empresa, la comunicación no fluye y surgen tensiones, malestares e incomprensiones. Y esto lo que acaba provocando es que el proceso de relevo generacional se atasque y no avance, a pesar de que realizarlo es una aspiración compartida entre ambas generaciones.

El origen de muchos de los conflictos entre padres e hijos

Muchos de estos problemas de comunicación tienen su origen en el hecho de que, tal y como sugeríamos en el título, la relación de padres e hijos es desigual per se. Esto significa que, excepto en familias disfuncionales, el padre y la madre suelen estar siempre en una posición de superioridad en la familia, respecto de sus hijos e hijas. Son los “jefes de la familia”, cosa que significa que asumen la responsabilidad y tienen la última palabra a la hora de tomar decisiones.

Sin embargo, esta relación no se reproduce en la empresa familiar. En el trabajo, padres e hijos estarán en una posición de igual a igual, a pesar de sus diferencias, o, incluso, el hijo estará en una posición de superioridad. Es en esta contradicción donde radican muchos de los conflictos familiares, ya que puede costar de asumir por parte de los padres.

Al final, esta difícil relación de padres e hijos puede enquistarse en el tiempo y hacer que la generación saliente no deje el espacio suficiente para completar el proceso de relevo generacional de forma adecuada. Esta dicotomía, en las que los hijos sobre el papel ocupan un puesto de responsabilidad en la empresa, pero que, en la práctica, no encuentran su propio lugar y sienten que sus decisiones no son respetadas es una fuente de conflictos. Además de sentir una gran frustración, es posible que la generación entrante acabe intentando demostrar su propia valía intentando diferenciarse de sus padres, ya sea explorando nuevas áreas (tecnológicas, nuevas inversiones o líneas de negocio…) o, incluso, dejando la empresa familiar.

 Herramientas para gestionar la relación de padres e hijos

Es importante romper con la estructura familiar desigual de padres e hijos y cambiar los patrones de relación entre ambas generaciones. Así pues, el cambio de liderazgo exigirá aprender una nueva manera de interactuar entre padres e hijos, mucho más profesional y contrapuesta con la manera de relacionarse que tienen en casa. Es decir, una relación de igual a igual, de adulto a adulto.

Una de las herramientas que mejores resultados brinda en las relaciones intergeneracionales es fomentar el mentoring inverso, entre un miembro de la generación saliente y uno de la entrante. Pero, para ello, ambos tienen que estar dispuestos y abiertos a aprender del otro. Esto no siempre es fácil para el miembro de más edad, que suele resistirse a dejar su papel de “padre” en la relación.

Para ello, nosotros recomendamos contar con el apoyo de un coach especializado en empresa familiar. El objetivo es trabajar para cambiar la propia mirada y potenciar los puntos fuertes de los miembros de la familia, siempre adoptando un enfoque apreciativo y huyendo de la crítica dañina. Gracias a este trabajo de acompañamiento, es posible ayudar a la generación saliente en la selección y la formación del sucesor o sucesores y encontrar un encaje más funcional entre los diferentes familiares.

En particular, en la relación de padres e hijos también será importante trabajar la aceptación, el respeto y la confianza entre ambas generaciones. Sin ello, será muy difícil que los padres dejen el espacio necesario para que sus hijos puedan crecer y ocupar progresivamente el lugar que les corresponde.

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