De entre todas las funciones del Consejo de Familia, hay una que suele llamar más la atención, porque es bastante desconocida: la Reflexión Estratégica Familiar. Esta función es necesaria en aquellas familias longevas que están más avanzadas en el proceso de profesionalizarse como familia empresaria. En este artículo os explicaremos con más detalle qué es y en qué consiste.
Si habéis tenido ocasión de leer el Protocolo familiar de alguna familia que disponga de órganos de gobierno muy desarrollados, habréis podido advertir que uno de los cometidos del Consejo de Familia es el siguiente: “Asegurar el cumplimiento de los objetivos estratégicos familiares resultantes de la Reflexión Estratégica Familiar, así como mantener actualizado el Mapa de Riesgos Familiar y el Cuadro de Mandos con indicadores financieros y extra-financieros clave para la Familia”.
En el ámbito empresarial, el término ‘Reflexión Estratégica’ es bastante conocido y es un paso fundamental para la profesionalización de una empresa. Este proceso consiste principalmente en analizar en profundidad y repensar de forma crítica y sistemática la misión de una compañía, su visión, el modelo de negocio, el plan estratégico y la gestión. Esto mismo, pero aplicado a la familia empresaria, es lo que conocemos como proceso de Reflexión Estratégica Familiar.
Qué es un proceso de Reflexión Estratégica Familiar
La Reflexión Estratégica Familiar ayuda a alinear la estrategia familiar y la estrategia empresarial. Esto es algo que requiere un contexto de estabilidad en la empresa y la familia y poder dedicarle el tiempo que se merece. Se trata de un proceso que puede durar entre varias semanas y varios meses, en función de la complejidad de familia y empresa. Durante el mismo, se trabajan distintos aspectos, como la misión, la visión y los valores de la familia empresaria.
Asimismo, la familia valida y/o redefine los objetivos estratégicos familiares y las nuevas áreas en las que pondrá el foco para llegar a las metas fijadas, las iniciativas de la familia, las herramientas de gestión, los indicadores para medir el funcionamiento de las acciones… Todo ello con la voluntad de mejorar y crear nuevas oportunidades para el futuro.
En Family Business Solutions no recomendamos empezar una Reflexión Estratégica Familiar a todas las familias con las que trabajamos. Lo aconsejamos a aquellas familias que están profesionalizadas y que se encuentran en generaciones más avanzadas, tal y como indicábamos al principio del artículo. Esto también es así con otras herramientas más sofisticadas, como el Mapa de riesgos familiar.
Por último, tampoco creemos que sea necesario repetir este proceso de forma muy frecuente. Normalmente, lo recomendamos antes de una revisión del Protocolo familiar, que se suelen realizar cada cuatro o cinco años. Así, fruto de la Reflexión Estratégica Familiar saldrán las bases sobre las que se asentará la regulación de la familia, la empresa y la propiedad en el Protocolo familiar.