Cuando hablamos con familias que están planteándose profesionalizar la empresa familiar, nos encontramos con que, a menudo, ya tienen ideas preconcebidas sobre este tema. Si bien algunas son ciertas, muchas de ellas son falsas y erróneas. Por ello, en este artículo intentaremos arrojar un poco de luz sobre la profesionalización y diferenciar, según nuestra experiencia, lo que es un mito de lo que es realidad.
Mitos de profesionalizar la empresa familiar
Profesionalizar la empresa familiar es algo que solo incumbe a las generaciones familiares avanzadas
FALSO. Nosotros creemos que cuanto antes se empiece a profesionalizar la empresa familiar, mucho mejor para la continuidad. De hecho, ya en generaciones tempranas es posible empezar a dar pasos hacia la profesionalización.
Si nos profesionalizamos, los familiares ya no podrán trabajar en la empresa familiar
FALSO. Esto no tiene por qué ser así. De hecho, si la familia puede dotar a la empresa de un profesional a la altura de las exigencias del cargo disponible, creemos que el ser miembro de la familia es un plus, ya que los trabajadores familiares suelen demostrar una mayor motivación y compromiso. Sin embargo, cuando ningún familiar tenga el perfil o se acuerde por consenso que no entren más familiares al negocio, aquí sí que no deberían trabajar en el día a día del negocio.
Perderemos la esencia de empresa familiar
FALSO. Si la familia hace bien las cosas, será capaz de elegir bien a los profesionales externos, transmitirles los valores y que estos hagan lo propio con las personas que dependerán de ellos. Así conseguirán mantener la esencia de empresa familiar y sus valores.
Profesionalizar la empresa familiar implica que echaremos a la generación anterior
FALSO. La generación saliente seguirá teniendo un rol importante, aunque en el gobierno de la sociedad. Desde los órganos de gobierno, en especial el Consejo de Administración, la generación saliente podrá seguir aportando valor, centrándose en temas estratégicos y desvinculándose paulatinamente de día a día del negocio.
Profesionalizar la empresa familiar consiste solo en contratar profesionales externos
FALSO. Consiste en mucho más: En confiar y delegar en ellos. A menudo nos encontramos con que la desconfianza de la familia hacia los profesionales externos, sobre todo en posiciones directivas, hace que no se les atribuyan funciones, que no se les escuche o que se les pase por encima a la hora de tomar decisiones. En la práctica, los familiares siguen mandando en el día a día y se apoya más a los empleados “de toda la vida” que a los nuevos profesionales. Esto impide que los directivos externos puedan trabajar y desempeñar su rol.
Realidades de profesionalizar la empresa familiar
Es un proceso que puede costar de asumir
CIERTO. Nos encontramos con bastantes familias a las que les cuesta aceptarlo. Profesionalizar la empresa familiar supone ver no cumplido el sueño de que los miembros de la familia ocupen los puestos de mayor responsabilidad en el negocio. Pero queremos insistir en que es un paso más en el camino hacia una gestión excelente del negocio y, a largo plazo, el crecimiento del patrimonio familiar. Para facilitar la profesionalización, nosotros recomendamos que una persona de la familia, preparada y formada, lidere el proceso.
El éxito es un freno a la profesionalización
CIERTO. Aunque no lo parezca, el éxito y tener resultados positivos es una barrera para la profesionalización, porque frena los cambios. Sin embargo, para que la empresa siga teniendo éxito y siendo la mejor de su sector, no puede estancarse y debe empezar a dar pasos hacía la profesionalización.
La familia tendrá miedo y a veces ella misma impedirá avanzar en el proceso
CIERTO. Profesionalizar la empresa familiar siempre entraña cierto miedo a perder el control por parte de la familia. Esto genera la desconfianza que comentábamos en el apartado anterior, que hace que los nuevos profesionales se vean como extraños para los miembros de la familia, que se conocen desde siempre. Esto la lleva a bloquear la toma de decisiones, por miedo a perder el control de la empresa o porque el mismo fundador ya no encuentra su lugar entre profesionales con mucho talento y experiencia.
Con la profesionalización de la empresa familiar dejarán de haber puestos “reservados” para la familia en el negocio
CIERTO. Para lograr una mejor gestión, es importante contratar a los mejores expertos que el negocio se pueda permitir para ocupar las vacantes en la empresa familiar. Por tanto, no se guardarán para los familiares si estos no tienen el perfil. Ni tampoco se crearán puestos a medida para los familiares que quiera entrar en el negocio y así satisfacer las necesidades de empleo de la familia. Para ello, se deberán acordar normas claras de acceso a la empresa familiar y en cuanto a la política de retribución.
Profesionalizar la empresa familiar: necesidad, reto y compromiso
A los clientes de Family Business Solutions solemos decirles que profesionalizar la empresa familiar es a la vez una necesidad, un reto y un compromiso. Como familia que busca el éxito empresarial y la armonía familiar, a medida que el negocio crece en complejidad, la profesionalización se convertirá en un elemento clave para la competitividad, el crecimiento, y la búsqueda de la excelencia. Y como decíamos al principio, cuánto antes empiece la familia, mejor.
Para concluir, solo nos queda recomendaros que, siempre que lo necesitéis, pidáis consejo a asesores externos expertos en empresa familiar para que os orienten en el proceso de profesionalizar la empresa familiar.