La formación en la empresa familiar es indispensable para garantizar la continuidad del negocio. Sin embargo, los que conocéis el mundo de la empresa sabréis que, durante una crisis económica, con el objetivo de reducir costes, éste suele ser el primer “gasto” que se recorta. Y pongo “gasto” entre comillas, porque no creo que la formación sea un gasto, sino una inversión.
Afortunadamente, en los últimos meses hemos detectado que las familias empresarias vuelven a invertir en formación en la empresa familiar, sobre todo en dos situaciones:
- Formación para los futuros sucesores: En muchos casos, aquellos jóvenes que están llamados a ser ‘los sucesores’ del negocio no están lo suficientemente preparados para ello. Si bien tienen el talento y las ganas, les faltan la experiencia y las competencias necesarias para desarrollar con éxito su nuevo cargo. En estos casos, se busca explotar de la mejor manera las habilidades personales y profesionales de la nueva generación.
- Formar a los miembros de la familia como accionistas responsables. Tanto los familiares que están en el negocio como aquellos miembros de la familia que en el futuro tendrán acciones o participaciones de la empresa pero sin estar vinculados a su gestión deben recibir cierta formación relacionada con el negocio. Esta es la manera de asegurarnos de que, cuando deban tomar decisiones que afecten al negocio, en una Junta General de Accionistas, por ejemplo, dispongan de unos mínimos conocimientos de economía y empresa.
La formación en la empresa familiar: Técnicas
En algunos casos, la formación en la empresa familiar puede ser más informal y autodidacta. Por ejemplo, leyendo sobre casos de otras empresas familiares, escuchando conferencias de expertos en el tema, compartiendo experiencias con otros miembros de empresas familiares, o participando en talleres puntuales.
En cambio, en empresas con una alta complejidad y de generaciones más avanzadas que lo que buscan es profesionalizar el negocio, es recomendable optar por establecer un plan de formación que incluya cursos específicos diseñados a medida de cada persona o familia. Este tipo de formación está orientada a desarrollar el talento de los familiares y puede incluir cursos de temáticas muy diversas: Desde formaciones para potenciar las capacidades y aptitudes de los miembros de la familia, como el liderazgo o la comunicación, hasta otras más teóricas para aportar conocimientos sobre management o finanzas, por ejemplo.
Para acabar, os invito a reflexionar sobre el nivel de preparación de los familiares y sobre si necesitáis emprender alguna acción en este sentido. Y no olvidéis que la buena formación en la empresa familiar es indispensable para garantizar la continuidad del negocio.
Una respuesta a “Mis sucesores no están suficientemente preparados: ¿Qué puedo hacer?”
[…] que lo que buscan es profesionalizar el negocio, es recomendable optar por establecer un plan de formación que incluya cursos específicos diseñados a medida de cada persona o familia. Por esta razón, […]