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jubilarse de la empresa familiar

Jubilarse no significa dejar de aportar valor a la empresa familiar

jubilarse de la empresa familiar

Aunque cada vez hay más consciencia sobre ello, nos seguimos encontrado con que cuesta mucho jubilarse de la empresa familiar. Muchos empresarios suelen sentir que con la jubilación perderán parte de su propia identidad.

Y, en realidad, no es de extrañar, puesto que jubilarse implica abandonar aquel proyecto al que han dedicado gran parte de su vida, ya sea para hacerlo realidad o para continuar el de su familia.

Sin embargo, retrasar el relevo generacional sin motivo que lo justifique, únicamente por la incapacidad de aceptar que ha llegado el momento de pasar el testigo a los sucesores, es una injusticia para las siguientes generaciones. No jubilarse de la empresa familiar impide al sucesor desarrollar todo su potencial en el momento oportuno y, además, implica que el antecesor estará tomando decisiones que ya no le corresponde tomar y cuyas consecuencias recaerán en el sucesor.

Lo que la generación saliente a menudo pasa por alto es que después de jubilarse de la empresa familiar puede seguir aportando valor al negocio. Si se planifica bien el relevo generacional, se ayudará a la generación entrante a asumir sus nuevas funciones y a la generación saliente a encontrar otras maneras de contribuir.

Maneras de seguir aportando valor tras jubilarse de la empresa familiar

En aras de evitar poner en riesgo el futuro de la compañía, os aconsejo planificar con tiempo cómo os jubilaréis de la empresa familiar. Es importante poner atención en que el cambio de liderazgo sea paulatino, para que la nueva generación pueda irse desarrollando con el acompañamiento necesario e ir aprendiendo todo lo que la generación saliente puede enseñarle antes de asumir la dirección del negocio. De esta manera, se facilitarán los procesos de relevo generacional y de jubilación, y se generará confianza tanto en los empleados, como con los proveedores y clientes.

Durante esta etapa de transición, y también tras haber completado el relevo generacional, la experiencia y conocimiento de la generación saliente será de una gran importancia para los sucesores. Los predecesores podrán seguir aportando valor a la empresa familiar a través de los órganos de gobierno, centrándose en temas estratégicos y desvinculándose paulatinamente de día a día del negocio.

Desde su nueva posición, podrán ser preguntado, informados e incluso, en ocasiones, podrán asistir a reuniones clave con los equipos directivos. Además, se podrá acordar que presidan el Consejo de Administración, que sigan participando activamente en el Consejo de Familia o que puedan representar institucionalmente a la empresa familiar.

Conseguir vencer el miedo a jubilarse de la empresa familiar

Como os avancé en otro artículo, jubilarse de la empresa familiar a tiempo y en el momento adecuado es el último gran acto de generosidad para el negocio familiar. Mi consejo es que no le temáis a la jubilación y que la afrontéis como un proceso natural.

Aun así, si lo estimáis necesario, buscad soporte externo para que os acompañe durante el proceso y os ayude reducir las inquietudes, así como a planificar la manera en la que podéis seguir vinculados al negocio desde los órganos de gobierno, y a pensar cómo ocuparéis el tiempo una vez se produzca el relevo generacional. El objetivo es que, tras la sucesión, la armonía de la familia y el compromiso de los miembros con la empresa familiar salgan fortalecidos.

Para acabar solo me queda añadir una última reflexión. No podemos olvidar que, en estos procesos de cambio de liderazgo, tan importante es ayudar a la generación entrante a asumir sus nuevas funciones como apoyar a la generación que deja la empresa familiar en la que ha trabajado toda su vida para jubilarse. Ambos aspectos son indispensables para que el relevo generacional se alcance con éxito.