Queridos lectores, tras haber trabajado con un número considerable de familias empresarias con diferentes grados de complejidad familiar y empresarial, la pregunta de si hay que priorizar la familia o la empresa sigue siendo de difícil respuesta.
Cierto es que muchos empresarios cuando son cuestionados al respecto, suelen responder “por descontado la familia” (aunque luego los hechos demuestren lo contrario). En Family Business Solutions también nos hemos encontrado con la situación opuesta, personas que parece que viven exclusivamente para la empresa, pero que tienen una sensibilidad por los temas familiares muy superior a lo que entenderíamos como normal.
Que sea más importante la familia o la empresa depende mucho del momento ciclo vital de la familia empresaria en que nos encontramos. No es lo mismo preguntar esto si estamos en primera generación o si estamos en cuarta y ademas no trabajamos en la empresa. Pero también depende del ciclo vital de la persona. Posiblemente si hacemos la pregunta a personas que se mueven en la treintena o menos, le darán una importancia muy grande a la conciliación de la vida familiar y laboral. Que dicho sea de paso, suele ser tema de conflicto intergeneracional, aunque con la crisis ha quedado algo aparcado…
Los órganos de gobierno en la empresa familiar
Al final, el éxito de toda familia empresaria radica en encontrar la alquimia entre la estrategia empresarial y que las expectativas familiares se vean cumplidas, se trabaje o no en la empresa. Los órganos de gobierno empresarial (Consejo de Administración y Comité de Dirección) velarán por la eficacia empresarial. En cambio, los de gobierno familiar (Consejo de familia y Asamblea Familiar) lo harán para garantizar la armonía familiar.
Aquí, quiero apelar al buen uso del Consejo de Familia para que actúe como vigilante de que estrategia familiar y empresarial van de la mano y están alineadas.