Os preguntaréis por qué afirmo en el título de este artículo que los Pactos de Familia son “el hermano pequeño del Protocolo Familiar”. Este sobrenombre se lo hemos puesto en Family Business Solutions porque son un pacto privado mucho más simple que un Protocolo Familiar. Ambos son herramientas para conseguir la continuidad de la empresa familiar, pero en los Pactos de Familia solo se tratan 2 o 3 de los aspectos que regula un Protocolo Familiar.
Aunque el pacto privado más utilizado en las empresas familiares sigue siendo el Protocolo Familiar, los Pactos de Familia son una alternativa muy adecuada para casos concretos. Además, es una herramienta que cada vez es más conocida y más utilizada. En los últimos años, muy marcados por la crisis económica, algunas familias empresarias han preferido optar por los Pactos de Familia para pactar y regular solo aquellas preocupaciones reales e inmediatas que ya estaban afectando a la familia, en lugar de elaborar un Protocolo Familiar completo. Una de las razones que lo explican es el hecho de que su coste es menor, así como su tiempo de elaboración.
¿Cuándo son recomendables los Pactos de Familia?
Cada vez hay más consciencia de la importancia de regular el relevo generacional y las normas que deben regir la relación familia-empresa-propiedad en la empresa familiar para evitar las altas tasas de mortalidad que afectan a este tipo de negocios. Pero es importante optar por la herramienta más adecuada a cada situación.
Los Pactos de Familia no son una herramienta conveniente para cualquier familia empresaria. A mi parecer, solo son un instrumento apropiado para aquellas empresas familiares pequeñas y que tienen una menor complejidad (por encontrarse en generaciones tempranas), en las que no es preciso regular todos los aspectos que abarca el Protocolo Familiar.
En cambio, los Pactos de Familia no son una herramienta adecuada para las familias empresarias con niveles de complejidad altos y en ciclos de vida avanzado. Además, si bien los Pactos de Familia pueden ser una buena herramienta para casos concretos, debéis tener en cuenta que el resultado final no tiene el mismo calado que un Protocolo Familiar. Por esta razón, recomiendo optar por elaborarlos solo cuando esté justificado por las necesidades y la situación de la empresa y de la familia.