Hablar sobre las cuentas anuales de la empresa familiar puede parecer algo muy básico, si os habéis formado en Administración y Dirección de Empresas, Economía, Finanzas y Contabilidad e incluso en Marketing o Derecho, entre otros ámbitos. Pero sabemos que este blog también lo siguen asiduamente personas de otros perfiles más alejados del mundo empresarial. Así pues, queríamos escribir este artículo como introducción al tema, para aquellos miembros de familias empresarias que no tienen nociones sobre él.
Introducción a las Cuentas Anuales de la Empresa Familiar
El análisis de los estados financieros se fundamenta en el estudio de las cuentas anuales de la empresa familiar, reguladas en el Plan General Contable (PGC). Están integradas por el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto y el estado de fluxos de efectivo. Y, por último, la memoria. En ella se recoge información detallada sobre la gestión, aclaraciones sobre las cuentas anuales y otros aspectos relevantes.
Balance de situación
Muestra la situación económica y financiera de la empresa familiar en un momento determinado. Es como una foto fija de los activos (corriente y no corriente), pasivos (corriente y no corriente) y patrimonio neto al final del ejercicio. Se conoce como balance porque debe haber un equilibro entre Activo = Pasivo + Patrimonio Neto. Sirve para conocer la liquidez, solvencia, endeudamiento o garantía frente a terceros, entre otros indicadores, y compararlo con la evolución respecto el año anterior.
Cuenta de pérdidas y ganancias
Como su nombre indica, recoge los ingresos y los gastos de todo el período, que han influido en el resultado del ejercicio, y lo compara con el año anterior. Se desglosa en el resultado de explotación, el resultado financiero, y el resultado antes de impuestos. Se trata, pues, de un análisis dinámico, de todo lo que ha ocurrido en el ejercicio, en lugar de mostrar una foto fija, como hace el balance.
Estado de cambios en el patrimonio neto
Recoge los cambios en el patrimonio neto. Pueden ser cualitativos, es decir, los que no afectan al valor total (p.ej. destinar los resultados a incrementar las reservas). O pueden ser cambios cuantitativos, que disminuyen o incrementar el valor total (p.ej. nuevas aportaciones de capital, o correcciones de errores).
Estado de flujos de efectivo
Este es el último estado de las cuentas anuales de la empresa familiar que analizaremos. Aquí nos fijamos únicamente en las variaciones en el efectivo y otros efectivos líquidos equivalentes. Se clasifican en actividades de explotación, de inversión y de financiamiento. Es muy importante que la empresa sea capaz de transformar el beneficio de sus actividades operativas (de explotación) en liquidez.
Como habéis podido comprobar, no es un tema sencillo. Por ello, es muy recomendable tener unos mínimos conocimientos financieros y nociones sobre los distintos componentes de las cuentas anules de la empresa familiar. De hecho, la formación en este ámbito es uno de los pilares para poder actuar como un accionista responsable. Además, también es recomendable recibir formación como inversores y una introducción a las áreas de economía y comercio.
De lo que se trata es de ser capaces de obtener información sobre los puntos fuertes y débiles de la empresa familiar, desde la vertiente económica, financiera y patrimonial. Además, esto nos permite conocer la rentabilidad obtenida con los recursos invertidos y los beneficios disponibles, y comprender la política de reparto de dividendos de la empresa familiar.
En definitiva, ser capaces de leer e interpretar cuentas anuales de la empresa familiar ayuda a tomar decisiones más matizadas y críticas. No obstante, es cierto que en los casos de mayor complejidad empresarial es imprescindible apoyarse en el asesoramiento de un experto. Si queréis plantearnos alguna duda particular sobre las cuentas anuales de la empresa familiar, podéis contactarnos por correo o por teléfono e intentaremos resolverla.
Una respuesta a “El ABC de las cuentas anuales de una empresa familiar”
[…] En empresas con una alta complejidad familiar y empresarial, con tres o más generaciones a sus espaldas y con accionistas familiares en edades dispares, se debe canalizar la información financiera y sobre los aspectos clave de la empresa a través del Consejo de Familia y de la Asamblea Familiar. Es importante adaptar la información a cada grupo generacional y prestar especial atención a los familiares fuera de la empresa familiar, sin dar por supuesto que todos tienen conocimientos de economía finanzas. […]