Como os introducía hace unos días en un artículo sobre cómo mejorar la comunicación, la personalidad y la forma de ser de las personas influyen y mucho en la manera en qué debemos comunicarnos con ellas. Los ‘Cuadrantes del talento’ es una teoría de William Moulton Marston que se basa en esta premisa y que explica por qué, muchas veces, cuando intentamos comunicar un mensaje oral o escrito, que para nosotros es muy claro, es percibido e interpretado de forma muy distinta a la que inicialmente pretendíamos.
Marston, en su teoría de los Cuadrantes del talento (perfil DISC), sostuvo que las personas nos agrupamos en cuatro estilos de personalidad. Estos patrones responden a las variables racionalidad/emocionalidad y extroversión/introversión.
- Patrón dominante (anglo-sajón – rojo): Personas directas, dominantes, basadas en resultados, contundentes, tenaces, con mucho ego, racionales, extrovertidas y poco sensibles. Perfil gerencial.
- Patrón influyente (latino – amarillo): Personas extrovertidas, entusiastas, confiadas, persuasivas, impulsivas emocionalmente. Perfil comercial y de trabajos creativos.
- Patrón estable (nórdico o asiático – verde): Personas pacientes, sensibles, reflexivas, humildes, serenas, diplomáticas. Perfil óptimo en el trabajo en equipo y trabajos relacionados con los RRHH.
- Patrón analítico (germánico – azul): Analíticos, prudentes, meticulosos, reservados, predecibles, sistemáticos. Perfil administrativo, contable, de corte técnico y de calidad.
¿Por qué debemos tener en cuenta los cuadrantes del talento?
Cada persona codifica y decodifica los mensajes según su forma de ser, por lo que cuando nos comunicamos tenemos que tener en cuenta las distintas personalidades. Saber lo que motiva a cada uno de los cuatro grupos, lo que le incomoda, lo que busca, lo que teme, como actúa bajo presión, etc., es fundamental para que la comunicación sea realmente efectiva tanto en la empresa familiar como con la familia.
También es importante en el ámbito de los Recursos Humanos. Estos patrones nos permiten hacernos una idea sobre el tipo de talento de la persona y sobre el tipo de actividades en las que será más probable que triunfe y destaque. Por consiguiente, este aspecto es algo que hay que tener muy en cuenta a la hora de confeccionar equipos de alto rendimiento para crear complementareidad con aquellas personas que en el trabajo o en la familia refuercen nuestros puntos más débiles.
Ahora bien, aunque casi siempre se tendrá mayor afinidad con uno de los cuatro patrones, es cierto que muy pocas personas responden completamente a alguno de ellos. Se estima que solo el 16% de las personas encajan a la perfección con uno de los cuatro perfiles DISC. Y, en realidad, se cree que los grandes líderes son las personas que tienen un equilibrio de los cuatro cuadrantes del talento en sí mismos.
¿Cómo son nuestros colaboradores? Metodología DISC
En Family Business Solutions hemos lanzado una formación especializada en los cuadrantes del talento – perfil DISC. A través del DISC, el más eficaz sistema de reconocimiento de estilos de comportamiento, el alumno aprenderá a identificar objetivamente como punto de partida cuáles son sus propios estilos de comportamiento. También reconocerá sus fortalezas, debilidades, motivadores y temores en relación con sus habilidades como mando. De esta manera aprenderá a percibir cómo son los miembros de su grupo y a ajustar la relación y comunicación con ellos para detectar y reconocer los diferentes comportamientos y estilos de sus equipos de trabajo. El objetivo último de esta formación es saber liderar los equipos adecuadamente.
Para acabar, os animo a reflexionar sobre cuál sería vuestro cuadrante predominante. Si sois conscientes de vuestros puntos fuertes y puntos débiles, os será mucho más fácil potenciar vuestro talento personal.