En la gran mayoría de casos, contar con consejeros independientes en la empresa familiar es muy importante para el buen gobierno de la sociedad. Los consejeros independientes, gracias a su visión y experiencia, pueden agregar mucho valor a la empresa y aportar una perspectiva distinta, más amplia, objetiva e imparcial sobre los temas clave que afectan al negocio.
Sin embargo, las empresas familiares españolas poseen tan solo un 17% de consejeros independientes frente a la media del 51% que alcanzan las empresas alemanas, según un estudio del IESE y Russell Reynolds de 2015. Estos datos se explican, en parte, por el hecho de que incorporar consejeros independientes en la empresa familiar no es algo fácil de asumir en algunas familias. Ante esta situación, es aconsejable que la empresa y la familia que reflexionen lo suficiente antes de dar este paso y que se preparen para aprovechar bien el valor que podrán aportar los profesionales independientes al gobierno de la sociedad.
El papel de los consejeros independientes en la empresa familiar
Como os avanzaba al principio del artículo, la presencia de consejeros independientes en la empresa familiar busca fomentar la transparencia y aportar objetividad e imparcialidad en la toma de las decisiones clave. Por ejemplo, en las relacionadas con el reparto de dividendos, la evaluación de la Dirección de la empresa, las salidas a bolsa, fusiones o adquisiciones, la venta de la empresa y las políticas salariales, entre otras. La participación de consejeros independientes en los órganos de gobierno ayudará a asegurar que las decisiones de supervisión, orientación y soporte sean las adecuadas.
Además, la integración de consejeros independientes en el gobierno de la empresa familiar también aportará experiencia y especialización, enriquecerá los puntos de vista de los otros miembros, y contribuirá a diseñar una mejor estrategia del negocio. De esta manera, conseguiremos que la empresa familiar siga creciendo y fortaleciendo su competitividad e imagen y mejorando su posicionamiento en el mercado.
Algunos temas de gran importancia en los que pueden ser especialmente útiles los consejeros independientes son en la planificación del relevo generacional, la evaluación y selección del personal de puestos directivos o la remuneración. También para tomar decisiones que deben ser neutrales; por ejemplo en casos de responsabilidad, de cumplimiento del código deontológico, en operaciones entre partes parciales, etc.
Añadir consejeros independientes al Consejo de Administración
Una buena manera de profesionalizar la empresa familiar cuando ya tiene una cierta dimensión y complejidad y de facilitar el relevo generacional es poner en marcha un Consejo de Administración.
Lo normal es que, en su inicio, el Consejo de Administración de una empresa familiar esté formado por consejeros familiares, con vinculaciones familiares, afectivas y personales que afectarán sin duda a la toma de decisiones. Para perseguir la excelencia, y dada la gran importancia de este órgano de gobierno, recomiendo que los consejeros familiares sean aquellos miembros de la familia más preparados y que puedan aportar más valor.
Además, idealmente es muy recomendable incluir a profesionales externos con mucha experiencia en el mundo de los negocios: los asesores o consejeros independientes. Estos balancearán y equilibrarán la representación familiar en el Consejo de Administración, ejercerán una supervisión efectiva de su actuación, complementarán las competencias directivas de los miembros de la familia y servirán de elemento catalizador de las buenas relaciones entre los mismos. Con el tiempo, el peso de los consejeros independientes en la empresa familiar suele aumentar.
Consejo Asesor formado por consejeros independientes
En algunos casos, las familias empresarias prefieren incorporar los consejeros independientes en un Consejo Asesor en lugar de al Consejo de Administración. De esta manera, agrupan a los distintos expertos que han de asesorarlas en un único órgano independiente. El Consejo Asesor habitualmente está formado por expertos independientes ajenos al negocio y con una trayectoria profesional relevante. Además, en ocasiones, también lo integran antiguos gestores de la empresa familiar que tienen un profundo conocimiento tanto de la empresa como de la familia.
En ambos casos, ya sea en el Consejo de Administración como en un Consejo Asesor, contar con consejeros independientes en la empresa familiar es un gran avance hacia la profesionalización del negocio y el buen gobierno y es un paso que os animo a considerar.
2 respuestas a “¿Necesitamos consejeros independientes en la empresa familiar?”
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